Como hemos indicado en nuestro último artículo, el inertaje es un procedimiento que consiste en captar el oxígeno en torno a una zona de soldeo y remplazarlo por un gas inerte como el argón para evitar cualquier corrosión en la superficie a altas temperaturas. Pero, ¿cuáles son los riesgos del conjunto que se está soldando en caso de un defecto en el inertaje?, ¿cómo reaccionan los diferentes metales?
Inertaje y acero inoxidable
En el caso de soldeo de tubos y accesorios de acero inoxidable, que abreviaremos llamándolo «inox», es importante saber que dispone de una fina capa cromada que protege el metal de la corrosión. El inox se compone de diferentes elementos de aleación. Puede decirse que es una aleación de hierro, carbono y cromo (más del 10,5%). Este último es el que origina la capa protectora de óxido de cromo gracias a la cual el inox se convierte en sinónimo de larga vida y escasa sensibilidad a la corrosión.
Cuando dos elementos de acero inoxidable se calientan a altas temperaturas durante el soldeo, es primordial prestar atención al inertaje. En ausencia de inertaje, o si éste es incorrecto, se produce una porosidad en la raíz que pone en riesgo de corrosión al metal. La parte fusionada sin protección reaccionará como cualquier acero tradicional y dejará de ser inoxidable.
Inertaje y titanio: un caso particular
Existe un problema similar con el titanio. El titanio y sus aleaciones son metales relativamente caros pero muy ligeros. Se diferencian también por su larga vida y una excelente resistencia a los ácidos, los cloruros y la sal y a las temperaturas bajo o sobre cero. El titanio ofrece la mejor relación resistencia/peso entre los metales.
Para esta aleación tan sensible, no hablaremos de porosidad en la raíz sino de coloración cuando el inertaje no es adecuado. Si sube la temperatura, durante la fusión del material, será necesario comprobar que las piezas que van a soldarse se encuentran en una atmósfera protegida durante todo el proceso de fabricación y hasta la colocación definitiva de la pieza, por razones de soldeo u otra manipulación. Si falla el inertaje, aparecerá una coloración dorada. Si este color vira hacia el azul, hay que considerar que la pieza está dañada. Algunos soldadores sostienen que el titanio es difícil de soldar, pero en principio, es al contrario: es más fácil de soldar que el acero inoxidable siempre que se cuide el inertaje. Todas las aleaciones de titanio están sometidas a las mismas reglas.
Aplicaciones del inertaje: cuándo aplicarlo
Antes de soldar las piezas, es útil preguntarse si es realmente necesario el inertaje. En el proceso serán necesarias herramientas de inertaje y bombonas de gas. Si desea soldar un tubo de un tendedero, una pieza decorativa, incluso un parachoques de un vehículo, esta medida no será necesaria.
En cambio, si entra en contacto con productos alimentarios o fluidos a altas presiones en una instalación, el acero inoxidable es lo aconsejable y en este caso, el inertaje será obligatorio por cuestiones de higiene. Éste es el caso particular de los sectores industriales de alta pureza como la industria agroalimentaria, la farmacéutica, la nuclear, la fabricación de semiconductores y muchos otros. El procedimiento de soldadura más extendido en estos sectores es la soldadura TIG (tungsteno con gas inerte) ya que ofrece un control excelente del baño y se adapta con enorme precisión a las soldaduras.
Las diferentes formas de las piezas también tienen su importancia. Por supuesto, la soldadura de los tubos es una aplicación muy corriente en calderería industrial, pero hay otras formas de pieza que requieren también el inertaje, como los perfiles o las viguetas de chapa: el inertaje también será necesario. Tomemos el ejemplo de las embarcaciones de acero cuando se reparan sus uniones. No son de acero inoxidable, pero el principio es idéntico. También los depósitos grandes: no se pueden llenar de argón. En estos casos específicos, se utilizarán perfiles en forma de «U» que se colocarán en en la raíz de la soldadura.
Estos perfiles se llenarán de gas, lo que formará una cámara de inertaje. El objetivo consiste en llenar de manera perfecta la raíz de la soldadura, que estará también sometida a altas temperaturas. Esto se efectuará de la manera más confinada posible para ganar en rapidez y por razones económicas. Tomemos como ejemplo un depósito de 1000 litros. Si el soldador debe rellenar de gas, serán necesarios más de 1000 litros de gas para evitar cualquier riesgo de contaminación. En este caso, se utiliza un retardador de raíz que seguirá al soldador para proteger la zona caliente, con una gran boquilla que expulse un importante caudal de argón.
¿Le gustaría aprender más sobre los diferentes gases inertes y su impacto en el baño de fusión durante las operaciones de soldeo?